"No es que la industria discográfica esté cambiando, sino que simplemente ya no existe"
El grupo leonés The Backliners lanza su primer CD bajo licencia 'copyleft', que permite 'bajárselo'
Afortunadamente cada día son más los músicos que se atreven a dar el paso de no inscribirse en ninguna sociedad de gestión de derechos de autor. Hay varias fórmulas. Una de ellas, el 'copyleft', es la que ha adoptado el grupo leonés The Backliners para la edición de su primer disco, titulado 'When The Backliners took the stage' en el que, por otro lado, brilla el rock más auténtico.
Aníbal Sánchez y Óscar de la Huerga (que junto a Sera Cerezales y Emilio Calleja completan el grupo) se encargan de explicar qué es eso de 'copyleft': «Es una licencia que respeta el derecho de autor, pero permite su copia, distribución y libre difusión citando la fuente y siempre que no exista ánimo de lucro. Es decir, reconoce que las canciones son de nuestra propiedad y que permitimos que la gente las use y las difunda, pero sin poder venderlas y sin que su difusión produzca beneficio».
La pregunta ahora sería por qué tomar este camino; Óscar lo especifica: «La mitad de la respuesta es porque el rock & roll siempre tiene que tener algo de rebeldía, y el resto es porque tampoco hay muchas más opciones. Además, nosotros controlamos la calidad de lo que se va a distribuir, pues los mp3 los hacemos nosotros con la máxima calidad, y conseguimos que el trabajo se difunda más. Y por si fuera poco, así nos evitamos cualquier relación con la SGAE; es una forma de decirles que no, que no pensamos pagarles nada, con nosotros no se embolsarán un euro, ni por discos vendidos ni por conciertos».
El caso es que la cosa está funcionando muy bien, comenta Aníbal: «Tenemos el disco en descarga directa en nuestra página web (thebackliners.com) y lo estamos compartiendo en el e-mule. Y esto es algo que choca a la gente, de hecho, nos suelen decir que nunca habían conocido a ningún grupo que animara a la gente que se bajara sus canciones. El caso es que tenemos una increíble cantidad de descargas, sobre todo desde nuestra web, aunque es la que más controlada tenemos; sea como sea, en poco más de un mes ha habido más de mil descargas desde nuestra página..., no creo que hubiéramos vendido tantos discos.
Y también debe influir algo nuestra presencia en Myspace, sobre todo por cantar en inglés..., y es que nos llegan felicitaciones de gente que ha escuchado (y bajado) el disco en Estados Unidos o en Australia; esto sería imposible con las fórmulas tradicionales». Es muy probable que este sea el futuro de la industria del disco (o uno de ellos), aunque Óscar y Aníbal tienen su propia idea: «Dicen que la industria del disco está cambiando, pero yo creo que no, puesto que en realidad la industria discográfica ya no existe, simplemente.
Hoy ya no se da el caso de que una discográfica coja un grupo, le dé un adelanto, le firme un contrato e invierta lo necesario en grabación, promoción, giras..., y es lógico, puesto que esa inversión no la recuperarán vendiendo discos (siempre hay excepciones). Antes sí, pero esa fórmula es ya historia.
Los años dorados de la industria discográfica no volverán. Además, hay casos sangrantes, como el de Kiko Veneno, que enseñaba los recibos de la SGAE en donde se le liquidaban 2.000 pesetas (sic) por la venta de sus discos... La última maniobra de esta empresa es eso de tratar de pillar a toda costa, funcionando como empresa privada pero amenazando como organismo oficial a los locales donde se programan conciertos aunque no toque niguno de sus asociados. ¿Que trabajan en pro de la cultura?, no, se la están cargando. Es mejor ni hablar del tema».
«En León no nos podemos quejar»El primer álbum de Backliners es rock en estado puro: «Al empezar a tocar no sabíamos a qué íbamos a sonar. Lo primero fue tocar piezas de otros para ver cómo iba la cosa, y llegó un momento en que lo que nos sonaba bien era un sonido entre Stones, Iggy, Young..., que además nos encantaban a todos. Quien decidió a qué iba a sonar Backliners fue el escenario; nacimos ahí y ahí vamos a seguir».
Curioso es que un experto en informática y lo digital (Óscar) opte por este sonido y grabe en estudio analógico: «Es que el lujo de hoy es el 'vintage', colgarte una guitarra, cuando en los setenta el lujo era tener algo electrónico. Pero la verdadera vibración del rock sólo se consigue con una guitarra y un ampli de válvulas. Por eso lo grabamos en Feedback, y porque ahí está Raúl Valdezate, que es el quinto Backliner, lleva el rock en la sangre y nos entiende. Y así, en analógico, no puedes hacer las trampas que permite el digital».
Finalmente, Óscar y Aníbal hablan del rock en León: «Siempre hemos tenido buenas sensaciones. El panorama está fastidiado. Tener un grupo son muchos gastos y los locales tampoco te pueden pagar mucho. Pero en León no nos podemos quejar, hay muchos y muy buenos grupos y bastantes salas con música en vivo, muchas más que en ciudades más grandes».
Carlos del Riego. La Crónica El Mundo.
Afortunadamente cada día son más los músicos que se atreven a dar el paso de no inscribirse en ninguna sociedad de gestión de derechos de autor. Hay varias fórmulas. Una de ellas, el 'copyleft', es la que ha adoptado el grupo leonés The Backliners para la edición de su primer disco, titulado 'When The Backliners took the stage' en el que, por otro lado, brilla el rock más auténtico.
Aníbal Sánchez y Óscar de la Huerga (que junto a Sera Cerezales y Emilio Calleja completan el grupo) se encargan de explicar qué es eso de 'copyleft': «Es una licencia que respeta el derecho de autor, pero permite su copia, distribución y libre difusión citando la fuente y siempre que no exista ánimo de lucro. Es decir, reconoce que las canciones son de nuestra propiedad y que permitimos que la gente las use y las difunda, pero sin poder venderlas y sin que su difusión produzca beneficio».
La pregunta ahora sería por qué tomar este camino; Óscar lo especifica: «La mitad de la respuesta es porque el rock & roll siempre tiene que tener algo de rebeldía, y el resto es porque tampoco hay muchas más opciones. Además, nosotros controlamos la calidad de lo que se va a distribuir, pues los mp3 los hacemos nosotros con la máxima calidad, y conseguimos que el trabajo se difunda más. Y por si fuera poco, así nos evitamos cualquier relación con la SGAE; es una forma de decirles que no, que no pensamos pagarles nada, con nosotros no se embolsarán un euro, ni por discos vendidos ni por conciertos».
El caso es que la cosa está funcionando muy bien, comenta Aníbal: «Tenemos el disco en descarga directa en nuestra página web (thebackliners.com) y lo estamos compartiendo en el e-mule. Y esto es algo que choca a la gente, de hecho, nos suelen decir que nunca habían conocido a ningún grupo que animara a la gente que se bajara sus canciones. El caso es que tenemos una increíble cantidad de descargas, sobre todo desde nuestra web, aunque es la que más controlada tenemos; sea como sea, en poco más de un mes ha habido más de mil descargas desde nuestra página..., no creo que hubiéramos vendido tantos discos.
Y también debe influir algo nuestra presencia en Myspace, sobre todo por cantar en inglés..., y es que nos llegan felicitaciones de gente que ha escuchado (y bajado) el disco en Estados Unidos o en Australia; esto sería imposible con las fórmulas tradicionales». Es muy probable que este sea el futuro de la industria del disco (o uno de ellos), aunque Óscar y Aníbal tienen su propia idea: «Dicen que la industria del disco está cambiando, pero yo creo que no, puesto que en realidad la industria discográfica ya no existe, simplemente.
Hoy ya no se da el caso de que una discográfica coja un grupo, le dé un adelanto, le firme un contrato e invierta lo necesario en grabación, promoción, giras..., y es lógico, puesto que esa inversión no la recuperarán vendiendo discos (siempre hay excepciones). Antes sí, pero esa fórmula es ya historia.
Los años dorados de la industria discográfica no volverán. Además, hay casos sangrantes, como el de Kiko Veneno, que enseñaba los recibos de la SGAE en donde se le liquidaban 2.000 pesetas (sic) por la venta de sus discos... La última maniobra de esta empresa es eso de tratar de pillar a toda costa, funcionando como empresa privada pero amenazando como organismo oficial a los locales donde se programan conciertos aunque no toque niguno de sus asociados. ¿Que trabajan en pro de la cultura?, no, se la están cargando. Es mejor ni hablar del tema».
«En León no nos podemos quejar»El primer álbum de Backliners es rock en estado puro: «Al empezar a tocar no sabíamos a qué íbamos a sonar. Lo primero fue tocar piezas de otros para ver cómo iba la cosa, y llegó un momento en que lo que nos sonaba bien era un sonido entre Stones, Iggy, Young..., que además nos encantaban a todos. Quien decidió a qué iba a sonar Backliners fue el escenario; nacimos ahí y ahí vamos a seguir».
Curioso es que un experto en informática y lo digital (Óscar) opte por este sonido y grabe en estudio analógico: «Es que el lujo de hoy es el 'vintage', colgarte una guitarra, cuando en los setenta el lujo era tener algo electrónico. Pero la verdadera vibración del rock sólo se consigue con una guitarra y un ampli de válvulas. Por eso lo grabamos en Feedback, y porque ahí está Raúl Valdezate, que es el quinto Backliner, lleva el rock en la sangre y nos entiende. Y así, en analógico, no puedes hacer las trampas que permite el digital».
Finalmente, Óscar y Aníbal hablan del rock en León: «Siempre hemos tenido buenas sensaciones. El panorama está fastidiado. Tener un grupo son muchos gastos y los locales tampoco te pueden pagar mucho. Pero en León no nos podemos quejar, hay muchos y muy buenos grupos y bastantes salas con música en vivo, muchas más que en ciudades más grandes».
Carlos del Riego. La Crónica El Mundo.